Estas técnicas aportan grandes beneficios a los niñ@s: regula sus emociones, mejora su concentración-atención, refuerza su autoestima y habilidades sociales. Para llevar a cabo estas actividades creamos un clima tranquilo en el aula, con música suave que les ayude a sentirse más seguros y encontrar la tranquilidad.
A continuación mostramos algunos ejemplos.
Mª José nos enseñó a dar un masaje pizza a nuestros compañer@s.
¡Qué divertido!
Trabajamos las emociones y la empatía con los muñecos.
En parejas, trabajamos la relajación con las manos.
Y recorremos el cuerpo al ritmo de la música con una pluma.
Y así nos relajamos con música cuando entramos del patio.
De esta manera trabajamos la atención al cuerpo, a la respiración y a las emociones.